Cuando la terapia inspira la política.

Humanismo y vida pública

«El humanismo no debe quedarse en la consulta; debe salir a la plaza pública. La salut de una sociedad se mide tanto por sus leyes como por la calidad humana de quienes las hacen posible.»

 

Una mirada humanista sobre la vida pública: cuando la escucha, el cuidado y la responsabilidad personal son también herramientas políticas.

EL HILO QUE TODO LO UNE

En mi trayectoria profesional, he visto de cerca una verdad que a menudo olvidamos: las relaciones humanas son el corazón de todo. Son la base del bienestar personal, y también de la salud colectiva.

La política entendida en su sentido más amplio, no es solo hacer leyes o gestionar presupuestos. Es también -y sobretodo- la manera como nos relacionamos como sociedad. Cuando este vínculo se rompe, cuando se pierde la capacidad de escuchar, comprender y cuidar, no és solo la política la que sufre: es la comunidad entera.

El humanismo como base

El humanismo pone a la persona en el centro. Nos invita a mirarnos con honestidad, reconocer nuestras necesidades reales y actuar con responsabilidad y coherencia.

La Terapia Gestalt i el Focusing son herramientas que parten de esta filosofia:

  • Parar para escuchar lo que sentimos.
  • Reconocer las propias heridas.
  • Aprender a comunicarnos de manera clara y respetuosa.

En política, esta misma mirada es esencial. Porqué las decisiones que afectan a personas, pocas o millones, nacen siempre de seres humanos que también cargan historias, miedos y deseos. Si no se trabajan, es fácil que el poder acabe gobernado por el ego o el miedo, no por el bien común.

La política como relación

Des del trabajo social y educativo, he aprendido que toda la comunidad es un espacio de encuentro y de conflicto. El conflicto no es negativo: es una oportunidad para crecer y encontrar nuevos acuerdos. 

Para aprovecharlo, hace falta que las personas que intervienen tengan herramientas:

  • Capacidad de escucha.
  • Gestión de las emociones intensas.
  • habilidad para dialogar sin imponer.

Sin esto, la política degenera en luchas de poder, discursos vacios y decisiones tomadas des de la distancia emocional.

Por qué los politicos -y la ciudadania-necesitan terapia.

Hacer política es vivir en un entorno de alta presión. Las críticas, las espectativas y las decisiones urgentes pueden llevar a reacciones impulsivas i poco meditadas.

La terapia no es un lujo.

Es una herramienta para:

  • Reducir la reactividad y aumentar la claridad mental.
  • Tomar decisiones más conscientes y menos condicionadas por el momento.
  • Desarrollar empatia real, incluso con quien piensa diferente.

Cuando los representantes políticos cuidan su salud emocional, también cuidan mejor la salud democrática.

El vínculo con Escons en Blanc/ Escaños en Blanco

Mi implicación con Escons en Blanc/Escaños en Blanco nace de la misma raiz que mi trabajo terapéutico: la voluntad de hacer visible aquello que no funciona y no esconder el vacio debajo de palabras bonitas.

El escaño vacio es, para mi, una metáfora muy potente. En terapia, un vacio reconocido es una oportunidad para crecer. En política, és un aviso: antes de llenar el espacio con más de lo mismo, hace falta pararse, escuchar y cambiar de rumbo.

Finalmente

Cuidar la democracia es cuidar a las personas que la construyen. Y cuidar a las personas empieza por conocernos, escucharnos y atrevernos a cambiar.

«El objetivo de la politica no es el poder, és el bien común»

Aristóteles

ESCUCHA, CUIDADO Y ÉTICA EN LA VIDA PÚBLICA

TRANSFORMANDO LA POLÍTICA DESDE LO HUMANO