Ayer publiqué un artículo en la web que creo que borraré. Lo dejaré para el pròximo años. Era otro texto pensado para el verano y las personas adultas, sin tener en cuenta que existe otra forma de vivir el verano: la de madres y/o padres, o personas adultas que conviven con la infancia i/o la adolescencia.
Hoy quiero daros algunas pautas para tener un agosto más apacible con niños y niñas.
En breve compartiré también ideas pensadas para la etapa adolescente.
¡Vamos a por ello!
El verano no tiene que ser un espectáculo permanente
Los días de verano pueden acontecer largos e intensos cuando convives con niños en casa. Y a menudo, como adultos, caemos en la sensación que los tenemos que entretener continuamente, llenando cada momento de propuestas y actividades.
¿Pero… y si la clave no fuera hacer más, sino ser más?
Este artículo no te dará una lista infinita de actividades. Te propongo abrir una nueva mirada: que este verano sea una puerta a la presencia en familia, sin presiones, desde el vínculo y la escucha.
Como generar espacios de calma y conexión con criaturas
Los niños y la niñas necesitan juego, sí. Pero también presencia emocional, previsibilidad, ritmo y calma. Cuando pueden habitar el verano con menos sobreestímulos y más contacto real, todo se transforma.

Cuando las criaturas pueden habitar el verano con menos sobreestímulos y más contacto real, todo se transforma.
Aquí tengo algunas propuestas sencillas y adaptables por estos días:
Pequeñas ideas para una presencia tranquila
🌿 Juegos tranquilos a la sombra
Hacer mandalas con piedras, palos y hojas. Mirar las nubes e inventar historias. Pintar con agua en el suelo.
📚 Cuentos rituales al atardecer
Crear un momento fijo, quizás antes de dormir, para leer conjuntamente a la fresca o bajo una sábana con linterna..
🌬️ Momentos de respiración compartida
Antes de comer o después de un rato de juego intenso, hacer tres respiraciones juntos como si fuéramos animales (leones, tortugas…).
⏸️ Tiempo sin pantallas ni expectativas
No hay que hacer nada espectacular. Solo estar al lado. Mirar. Escuchar. No intervenir
¿ Y si nos aburrimos? El valor del espacio vacío
“Tengo pereza!” “Me aburro!”
Estas frases no son el final del mundo. A menudo, detrás del aburrimiento hay un llamamiento a la atención, al afecto o a la creatividad.
No hay que responder siempre con una actividad. A veces, solo hace falta uno: “estamos juntos aquí, y esto también es hacer algo importante”.
Tu también puedes cuidarte
Acompañar a niños, a niñas durante tantos días seguidos puede ser precioso, pero también agotador. Si te sientes con el cuerpo cansado, con poco espacio para tí, o emocionalmente sobrecargada, no lo escondas: tú también eres importante.
Te puedo ofrecer acompañamiento en línea durante agosto, breve y flexible, para que puedas volver a tú misma, incluso con criaturas alrededor.